domingo, 10 de octubre de 2010
¡A los ojos!
Mi más grande debilidad hacia los niños nada tiene que ver con su inocencia, ni con su capacidad de sorpresa, tampoco su frecuente y abierta sonrisa, y aparente confianza en el mundo me conmueven; la cualidad única que me resulta irresistible en ellos es esa mirada directa y penetrante que insisten en lanzar. Eso me desarma en su presencia, es como si esgrimiendo los ojos como dos flechas, me atravesaran el alma.
Es una verdadera pena que no todos conservemos esa capacidad de enfrentarnos a los otros con valor y dignidad, pienso. Pero reconozco que es difícil sostener una mirada, a veces me parece que algo va a estallar en mí si no esquivo un par de inquisitivos ojos, con todo, si se presenta la ocasión, no dejaré de intentarlo.
En algún lugar leí que es el instinto el causante de que las personas se sientan incómodas con las miradas fijas de los otros, al parecer, en esa circunstancia nos sentimos amenazados como consecuencia de una herencia biológica milenaria.
Por eso, recuerdo un momento reciente en que me encontraba frente a alguien que me importa, a quien trataba de transmitir un mensaje significativo. Me sorprendió que me pidiera que lo mirara a los ojos. No podía dejar de reír, tal vez porque la vida es un asunto demasiado importante como para tomarla en serio, como dijera Wilde. Hice acopio de fortaleza y dije lo que debía.
Intentaré en el futuro probarme y medir a los otros con este sencillo principio, aunque debo andarme con cuidado: Hay miradas que secan milpas.
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jajajajaja
ResponderEliminarHay en cada cosa aspectos inaccesibles para nuestra conciencia. El espejo, cuando te refleja de frente, no refleja tu espalda.
ResponderEliminarAtreverte a mirar a alguien a los ojos es permitirte entrar en la intimidad del que esta frente a ti... y atreverte a conocer a alguien a ese grado en cualquier escenario demanda de ti no solo tiempo sino interés....
ResponderEliminarPor lo general, retener la mirada me ha llevado a situaciones "raras" o de plano muy pasionales, así que de no ser con mi pareja (o a quien pretenda como tal), suelo mantener rápidos contactos visuales ocasionalmente para que las demás personas sepan que estoy poniéndo atención o que no estoy evadiéndolas, pero la desvío de inmediato jeje.
ResponderEliminarSí, me doy cuenta...
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